
Sinopsis: Son cinco. Íntimas amigas, tan unidas como los dedos de una mano. Ángela, Flora, Hilda, Paloma y Cristal. Todos los días se hablan, casi todos se ven y los Miércoles meriendan siempre juntas. Se ayudan, se acompañan, ríen, divierten... y alegran sus vidas. Conocimos al quinteto y a otros personajes de esta novela en la anterior de la misma autora -Pedir la Luna- y la actual nos llevará a conocer caras nuevas que van a tener gran importancia en la vida de los mismos y de alguno más. Se ha dicho de los Cuentos y Novelas de Blanca García-Valdecasas, que lo de menos es el argumento. A ella, todo lo que la vida le ofrece le sugiere un relato, largo o corto. Una conversación con amigos, un suceso visto en un diario, unas palabras oídas andando por la calle... A veces, dice, lo tiene que escribir aunque sólo sea para quitárselo de encima. Lo realmente importante es su intuición de los sentimientos humanos, el amor, la comprensión y la delicadeza con que trata a las personas de todo tipo que salen en sus obras. Y, desde luego, la perfección de su estilo, el ritmo y la riqueza de su lenguaje que, siendo sencillo, al alcance de todos, es tan hermoso que a veces uno se encuentra leyendo párrafos en alta voz, como ocurre con la poesía.
Algunas ideas para no convertirse en un capullo…
Se me quedó grabado, y eso que han pasado más de treinta años, aquello de “¡cómo arrea la vida a la gente!” Lo decía el filólogo Valenzuela Cervera. Casi seguro que no lo decía por ser filólogo, pero a mi se me quedó así, porque por aquel entonces me “prohibió” leer el Quijote hasta que él no me diese permiso…. y así seguimos.
Bueno, pues este libro a primera vista va de eso, de lo que arrea la vida a la gente. De que no se puede programar la felicidad. Y que tampoco se trata de ser bueno sin más y mucho menos de no arriesgar. Pero tampoco cae en el desencanto conformista.
Quizá una panorámica superficial, puede llevarle a uno a pensar que esta es una historia de señoras pijas del Madrid chic... y sus neuras. Creo que no. Creo que la autora posee el suficiente calado personal como para no exponerse si no tiene algo verdadero que decir. La vida regalada es que toda vida es regalada a pesar de los pesares. Es más, que sin pesares uno no descubre que la vida es un regalo. Que las crisis son tránsitos y que los caminos que las atraviesan hacia una existencia más plena no son unívocos.
Sorprende, ya pasaba en la primera parte de esta trilogía, es la gran cantidad de personajes que aparecen y lo trabajado que está su retrato y evolución.
En resumidas cuentas este libro contiene:
a) Algunas ideas para no convertirse en un capullo… Alguna -incluso- de parte de los ya inexorablemente capullos.
b) Y gente buena que se ha dado cuenta tarde… tarde amé… o quizá sin esos zarandeos de la vida no hubieran desenmascarado su extravío. No se hubieran encaminado a ser quien son.