
Sinopsis: Luis Ramis descubre con perplejidad que para Héctor Serralada, un empollón que iba para abogado, al que no ve desde hace unos años, él ha sido y es su mejor amigo. Héctor se ha visto mezclado en un homicidio y todos creen que Ramis sabe su paradero. Luis comenzará la búsqueda de Héctor, que ahora ha cambiado de vida y es un a especie de playboy que trabaja en una discoteca.
¿Quién es aquí el pringao?
Reconozco que empecé a leer esta novela animado por un amigo pero con cierto prejuicio. Había estereotipado a los personajes de Andreu Martín como “listillos vacíos”. Me encontré aquí la agilidad y la simpatía habitual del autor y -a medida que avanzaba la historia- empiecé a percibir que la cosa iba en serio. Que lo de Héctor no es un drama de plástico y que Luis le quiere ayudar de verdad.
Supongo que hace falta tener cierto “conocimiento de época” para pillar muchas cosas del contexto. Por eso pienso que una persona bastante joven puede no conectar.
Por lo demás me parece un libro recomendable que sugiere algunas cuestiones interesantes sobre el gregarismo, la amistad, los ideales, el madurar…vamos, que da que pensar.