
Datos: Ed. Alfaguara, 1993; 142 pp.; col. Juvenil Alfaguara; ilust. de Sophie Brandes; trad. de Margarita O´Neill; ISBN: 84-204-4556-8.
Sinopsis: Años 1945 y 1946. Thomas Schramm, casi trece años, está perdido en Viena, cuando se ha separado de su madre y encuentra destruida la casa de su tía Wanda. Entabla relación con un hombre cojo, Muletas, con el que sentía «una tranquilidad y una seguridad especiales». Muletas le guía, lo protege, da los pasos necesarios para que pueda reencontrarse con su madre, y regresa con él a Alemania. (Tomado de bienvenidosalafiesta)
Nadie puede comprenderse sin los demás
(V. Frankl)
No sé si Peter Härting es un gran escritor. Lo que sí he percibido es que cuenta las cosas como algo que tiene que ver con la realidad. Verosímil y esencial. Me gusta que los buenos no son buenos de cuento, son buenos porque quieren ser buenos a pesar de las dificultades. Quizá son buenos gracias a ellas:
"... cuanto más difícil (en el sentido de difícil) mejor para mí y para el mundo. (...) de todas esas penurias que tiene uno que luchar y que se clavan en el alma es de donde provienen las "palabras". Y luego el mundo se beneficia de nuestra vida interior. El día en que nos aburguesamos (por cualquier motivo) todas nuestras obras dejan de ser poderosas, aunque sean entretenidas"
(Quinín Vigo)
Tolo lo que das te revierte. Todo lo que te desgarra salva tu vida. Todo lo que aceptaste sufrir te devuelve alegría y consuelo.
Sin embargo:
“Cuando el hombre por comodidad se conforma con respuestas fáciles termina siendo urgido, por la existencia misma, a continuar su tarea en busca de una verdad más comprehensiva. El absurdo, el sufrimiento, corrige nuestras falsas concepciones. Inquieta y por tanto mueve, ayuda a perder la falsa razón que da una falsa paz”
(L. Bravo)
En fin, otro libro rebelde que dice que sí, que hay gente que tiene y da esperanza, seguridad. Que es generosa, desinteresada. Que hace sacrificios por los demás sin plantearse qué está sufriendo. Que corre el riesgo de fiarse. Que comprende.