
Datos: Barcelona: Oniro, 2008; 268 pp.; col. La lámpara mágica; trad. de Noemí Risco; ISBN: 978-84-9754-315-6.
Sinopsis: La protagonista es Miri, una chica de 14 años huérfana de madre. Vive en Monte Eskel, un pueblo minero que es un territorio aislado de Danland y ni siquiera es una provincia pues no hay en la zona ninguna familia noble. Cuando los sacerdotes del reino dicen que la próxima princesa debe proceder de Monte Eskel, los gobernantes indican que todas las chicas candidatas a ser la futura esposa del príncipe heredero deben ir a una Academia. En ella, durante un curso, una tutora las preparará para la fiesta donde conocerán al príncipe, que no se sentirá obligado, sin embargo, a elegir a la primera de la Academia. Ese hilo argumental se anuda con otros —el resquemor de Miri hacia su padre, su amistad con un chico llamado Peder que teme por el futuro de Miri—, y luego se tensan todos con las rivalidades entre las chicas y con algunos singulares descubrimientos que hace Miri.
Comentario: Qué bien superar el rechazo que a primera vista podría producir semejante título y conocer el encanto de Miri. Una chica y una narración poco o nada al uso del típico relato empalagoso de princesas. Una protagonista decidida ("No dudes si sabes que está bien. Sólo muévete") y una historia nada ñoña que me suena en ocasiones más a Narnia que -desde luego- a Disney.
A algunos no les resulta del todo convincente la forma casi telepática en que se comunican los habitantes de Monte Eskel. Pero a mi recordó al río secreto Efrafa de La Colina de Watership: magia (también de la de Narnia, no la de Harry Potter...)